Detrás del Discurso sobre Salas Cuna y Trabajo de la Mujer
Es de mi interés analizar un discurso que en este último tiempo se ha estado planteando en diversas ocasiones y medios como una manera de justificar el esfuerzo que ha realizado el Estado chileno en la significativa ampliación de cobertura de salas cuna para niños y niñas pertenecientes a familias pobres. Este discurso, que tiene su origen en evidencia empírica de USA y que posteriormente ha sido acuñado por economistas de todas las tendencias políticas de nuestro país, señala que "la creación de salas cunas es un soporte necesario para que la madre de una familia en situación de pobreza encuentre un trabajo remunerado y así su familia deje de ser pobre"; ello porque los estudios indican -la obviedad misma- que al integrarse la mujer al mercado de trabajo la familia aumenta sus ingresos, saltando la “barra” estadística que separa a los pobres de los no pobres.
Más allá de cuestionar la metodología para medir pobreza que considera sólo el ingreso del grupo familiar, quisiera centrarme en el discurso que asocia: sala cuna – trabajo remunerado de la madre – familia dejando la pobreza.
Creo que este discurso que se plantea como una evidencia de estudios realizados y que alienta la creación de salas cuna. En apariencia es un planteamiento neutral o aséptico, pero en el fondo es extremadamente ideológico y perverso, ya que le está asignando a la mujer la gran responsabilidad de que su familia deje de ser pobre; es decir, asigna una enorme carga o responsabilidad a la madre de que su familia sea o no pobre, y más aún, es un discurso que, en última instancia, expresa veladamente que las familias son pobres cuando la mujer es floja (y “no trabaja”).
Creo también que con este discurso, veladamente se están escondiendo las verdaderas causas de la pobreza que afecta a nuestro país, y que no es otra que la existencia de un modelo de desarrollo, que tiene como sustento un sistema económico que intrinsicamente para poder funcionar genera hombres, mujeres, niños y niñas en situación de pobreza. Por tanto, digámoslo claramente, la pobreza tiene como causa el modelo neoliberal y no a las madres sin trabajo de familias pobres.
Más allá de cuestionar la metodología para medir pobreza que considera sólo el ingreso del grupo familiar, quisiera centrarme en el discurso que asocia: sala cuna – trabajo remunerado de la madre – familia dejando la pobreza.
Creo que este discurso que se plantea como una evidencia de estudios realizados y que alienta la creación de salas cuna. En apariencia es un planteamiento neutral o aséptico, pero en el fondo es extremadamente ideológico y perverso, ya que le está asignando a la mujer la gran responsabilidad de que su familia deje de ser pobre; es decir, asigna una enorme carga o responsabilidad a la madre de que su familia sea o no pobre, y más aún, es un discurso que, en última instancia, expresa veladamente que las familias son pobres cuando la mujer es floja (y “no trabaja”).
Creo también que con este discurso, veladamente se están escondiendo las verdaderas causas de la pobreza que afecta a nuestro país, y que no es otra que la existencia de un modelo de desarrollo, que tiene como sustento un sistema económico que intrinsicamente para poder funcionar genera hombres, mujeres, niños y niñas en situación de pobreza. Por tanto, digámoslo claramente, la pobreza tiene como causa el modelo neoliberal y no a las madres sin trabajo de familias pobres.
